domingo, 10 de julio de 2011

¿Y a quién le voto?


¿Y a quién le voto?

Oh dioses, qué difícil es ser docente en este país, y si uno mira al horizonte es para echarse a temblar. Como profesor, como maestro, me encontraré pronto en una encrucijada, en un punto donde podía elegir por muchos caminos entre los que hay dos que destacan por ser los más recorridos, si bien, no por ello creo que sean los mejores.

Así pues miré a la izquierda, y vi en un letrero que ponía “PSOE” y al preguntar a los que allí transitaban me dijeron. Los que vamos por este camino nos encontramos con recortes en nuestros sueldos, aumento en la edad de jubilación y una estructura legal y concepción del sistema educativo completamente nefasta que solo produce analfabetos y parados, donde no se nos respeta, ni tenemos autoridad, y donde la discriminación y la desigualdad entre unos y otros, entre los que tienen lengua propia y los que no, es la norma vigente, porque un catalán puede presentarse en Madrid, pero un madrileño nunca puede opositar en Barcelona. Pero lo peor es que mientras que a los compañeros de magisterio les han dado tres años de gracia del sistema transitorio a los de secundaria solo nos han dado dos, y eso no es todo, si uno lee el borrador del nuevo sistema es para echarse a temblar:

-Todas las pruebas son eliminatorias.
-El nefasto retorno de los supuestos prácticos, totalmente inútiles y subjetivos.
-Cambio y ampliación descomunal del número de temas.
-La fase de concurso queda ninguneada.
-No se valoran ni méritos, ni cursos, ni publicaciones ni nada.
-Si se logra aprobar habrá que hacer un “MIR”, la última ocurrencia de Rubalcaba.

¿Y con esas condiciones dicen que quieren atraerse a los mejores a la profesión docente? ¿Creen que ante semejante carrera de obstáculos, con los sueldos ridículos, jubilaciones tardías, más horas de trabajo, falta de autoridad y de respeto, clases masificadas, y unas condiciones laborales cada vez más precarias, exigiendo un máster, un idioma, unas oposiciones y un MIR…? ¿De verdad creen que van a atraer a los mejores?

Por cierto, si vamos hacia una educación bilingüe en la que existe una gran carencia de profesores habilitados para la misma ¿Qué sentido tiene seguir planteando unas oposiciones comunes en las que puedan acceder a las plazas profesores que no están capacitados para el bilingüismo? ¿No sería más lógico realizar unas oposiciones específicas para profesores bilingües?

A todo eso habría que añadir que en Andalucía además se da un paso más a la precariedad laboral de los docentes con un decreto por el cual los interinos deben aprobar convocatoria tras convocatoria las oposiciones para poder permanecer en las bolsas de trabajo. Vaya una política de lo más de izquierda, lo que podemos llamar la política del “pañuelo de papel”, “te uso y te tiro”, no vaya a ser que lleguéis a conformar un colectivo lo bastante numeroso como para que empecéis a reclamar derechos que legítimamente os pertenecen como mayor estabilidad, trienios y sexenios. Por cierto el sindicato que firmó semejante “mejora” fue FETE-UGT.

Ciertamente un escalofrío me recorrió el pecho, e inmediatamente quise mirar a otro camino y allí me encontré con una vía amplia a cuya entrada podía leerse “PP”. Allí prometían muchas cosas entre sonrisas de anuncio de dentista, pero tropecé con algunos crucifijos que había en el camino, y aquello me dio mala espina, luego vi que allí no todos los estudiantes eran iguales, sino que se favorecía a aquellos que iban a escuelas especiales donde abundaban aquellos crucifijos oxidados y donde adoctrinaban a grandes voces con ideas viejas que me parecían de otros tiempos.

Pero siendo egoísta y pensando solo en mi propio beneficio seguí aventurándome por aquel camino que prometía muchas cosas que me regalaban el oído: el desarrollo de la autoridad pública docente, de un estatuto de la carrera docente, de un nuevo sistema educativo donde se premie el trabajo y se separe a la mayor brevedad posible a aquellos que quieren ser técnicos o trabajadores, de los que quieren ir a la universidad, etc. Y en esto que llegué a Madrid donde ellos tenían el poder y vi que despedían a miles y miles de profesores que como yo que habían llegado allí buscando una mejoría y se habían encontrado una “peoría”. De repente se encontraban sin nada en las manos y en la calle con sus familias, toda su experiencia, todos sus esfuerzos y dedicación eran tirados a la basura. Sus compañeros fijos eran premiados con más horas de trabajo y clases cada vez más numerosas llenas de alumnos problemáticos, pues los buenos eran seleccionados para las escuelas de la cruz, donde los separaban por sexos y vestían extraños uniformes. Y a aquello lo llamaban “Excelencia” o “Educación de Calidad”.

Desolado por estas incursiones dantescas salí huyendo hacia mi punto de partida y me senté bajo un árbol donde empecé a pensar (¡Qué gran pecado en estos tiempos!) Sobre todo lo que había visto, y de cómo las cosas podrían ser mejores y entonces soñé…

CON UN SISTEMA DE ACCESO LÓGICO, JUSTO Y COHERENTE.

-Soñé con un sistema de acceso justo, donde NO había oposiciones y donde la gente una vez concluido el máster de educación se ordenaba en unas bolsas de empleo en función de la nota obtenida en la carrera, la nota del máster, el número de idiomas que hablara según los criterios de la Escuela Oficial de Idiomas, los cursos y la experiencia educativa acumulada. Esto es, por los resultados de unos esfuerzos continuados y no por un bombo de la lotería.

-Soñé que en ese sistema lógico se llegaba más alto mientras más carreras, másteres, idiomas, cursos, y en definitiva “esfuerzos” se realizaran, y que una vez te llamaban para trabajar por primera vez se ordenaba a la gente por “tiempos de trabajo” durante los cuales se era evaluado durante el tiempo de trabajo por un equipo especializado, la directiva y la inspección educativa. Y que acumulados dos años de “tiempos de servicio” y aprobado un informe favorable por parte de ese equipo, se otorgaba el rango de “funcionario de carrera”.

-Soñé que en ese sistema no había cabida para la suerte, sino solo para el esfuerzo y el trabajo disciplinado. Soñé que se daba por hecho que una persona que había finalizado con éxito un Grado estaba cualificada y no debía demostrar más sus conocimientos en ninguna suerte de examen, ¿O es que acaso los títulos universitarios los regalan?

-Soñé que tras haber realizado un máster en educación y permanecer dos años vigilados trabajando como docente interino, la capacidad pedagógica y didáctica estarían más que demostradas, acreditadas y comprobadas. ¿O es que acaso en una hora de recital teatral ante un tribunal cansado se puede juzgar mejor dicha capacidad?

Pero oh dioses, si se hicieran así las cosas, se harían BIEN, y eso es algo que solo es posible en el Olimpo, Asgard o en Suiza.

1 comentario:

  1. Buen resumen. Está claro cual debería ser el sistema. De hecho en los años 80 era así, en magisterio quien tuviera una nota media de 8 pasaba directamente a ser profesor, funcionario. Los otros colocados por lista.

    Pero llegó la masificación a la universidad, y yo puedo decir que sí, que se regalan títulos universitarios. Aunque si se implantara este sistema que propones ya veriamos como aumentaria la competitividad en la universidad. Hasta las chuletas son una norma en algunas carreras como magisterio, veriamos como se lo tomarían los compañeros al estar un puesto de trabajo en juego.

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