sábado, 8 de mayo de 2021

Vacunas Mágicas

 

¿Se puede hacer peor? Es difícil pero no imposible, aunque lo que más molesta no es la pésima gestión de la pandemia por parte del gobierno sino que nos tomen por idiotas. 

Con las vacunas ha sucedido igual que con las mascarillas cambiantes que eran malas al principio y obligatorias al final. Antes decían que Astra Zeneca solo protegía un 60% con las dos dosis completas, ahora que no piensan vacunar a la población (por orden directa de Bruselas) con la vacuna "mala", resulta que aquellos a los que ya les pusieran una dosis cuentan con una protección de hasta un 85%, ciertamente estas vacunas son milagrosas y cambian sus propiedades al ritmo de los tejemanejes e intereses políticos.

Cuando un barco se hunde las ratas escapan, y nadie duda de que ese barco que era Podemos, que criticaba primero a IU, y luego se fusionó con ella, para después ser Unidos Podemos, luego Unidas Podemos, después la escisión de Más País, cuando en realidad son menos... tantas vueltas para terminar representando en el futuro lo mismo que representaba en su momento IU, esto es, apenas un residuo minoritario del electorado que vota más por fervor religioso ateo-republicano que por un verdadero proyecto solvente. Y no les va mejor a los naranjas que nacieron reivindicando el centro, para querer suplantar luego al PP para terminar siendo engullidos por este. Nada nuevo bajo el sol, los nuevos parecen haber cometido los mismos pecados que los viejos pero sin la estructura, los enchufes y la estabilidad que les da la Historia a los viejos, ahora remozados con caras jóvenes y sonrientes pero con las mismas ideas de siempre.

Y es que si de algo ha servido la pandemia es para sacar a la luz todos los trapos sucios del país, qué digo país, de los 17 países que constituyen esta confederación no nombrada en la Constitución pero que es la realidad de lo que una vez fuera Esaña. Los vascos se han dado cuenta de que hace décadas que ya son un país independiente, y que no solo se gobiernan a ellos mismos con privilegios fiscales de los que nadie disfruta en Europa sino que además por obra y gracia del PNV partido imprescindible en cualquier gobierno, se ocupan de gobernar también a lo que fuera España, un rosario de autonomías que usan a modo de colonias para su propio beneficio, los nacionalistas catalanes más románticos no terminan de entenderlo y siguen caminando a ciegas en su viaje hacia ninguna parte, pero quizás pronto lo entiendan y se sumen al carro vasco.

Que España no tiene arreglo suena ya a casi un clásico, que los que decían venir a regenerar la política han cometido los mismos errores que los degenerados, decepcionando a toda una generación lo sabe ya todo el mundo, el poder es como el anillo de Sauron, tiene algo que ciega y corrompe, pero no hay que resignarse al destino trágico. España no cambiará mientras no se cambie la ley electoral, algo en lo que tanco Cs como Podemos estaban en su día de acuerdo, aquello para lo que llegaron, y de lo que primero se olvidaron, nacieron no para gobernar sino para condicionar y modificar las estructuras del sistema, y no han logrado ni lo uno ni lo otro, solo un torbellino de inestabilidad, caos y despilfarro, y al final como el burro apaleado la sociedad volverá al redil del amo que lo maltrata pero le da techo y algo de grano, volverá al establo del PP, o al menos eso es con lo que sueñan en las corruptas sedes de Génova ahora empaquetando documentos y ordenadores para su futura sede, quizá en alguna de esas cajas aún queden rastros de sus innumerables casos de corrupción que desde luego no habrán cesado, ya que un partido puede cambiar de siglas, de sede, de colores o presidentes pero no puede prescindir de las personas, de sus cuadros, de sus estructuras y menos aún de quienes le votan, y de la mentalidad y la moral de sus votantes.

Y mientras tanto en el PSOE perdidos como gallo sin cabeza, o más bien reservada la cabeza la para los flashes de las fotos y el glamour que es lo que atrae al presidente de la política, la erótica de las cámaras y el poder, creerse el primer ciudadano e imitar los modos americanos, mientras el partido se trastorna entre el nazionalismo y las locuras trasnochadas de la extrema izquierda, incorporando ahora lo más ridículo y radical de las políticas de la identidad norteamericanas o doctrina Woke, se asfixian del sofoco de recibir un par de balas en una carta pero no tienen ascos de devolver a los presos asesinos de viejos compañeros a las prisiones vascas, como si el dolor por los asesinados caducara con los años, como si el mal ocasionado se diluyera con el tiempo, qué poca memoria y cuánta falta de respeto. Solo una voz manchega, andaluza, o extremeña puede poner orden en este PSOE que se ha convertido en un simple "PS" ya que ni es obrero ni es español, ni siquiera socialista, ya que la S es ahora de "Sanchista". 

Y el propio Sánchez me dice al teléfono cuando lo llamo... ¿Y qué coño quieres que haga? Si desde Bruselas me tienen atado por un huevo y me prohíben que ponga las vacunas Astra Zeneca (para joder a la compañía que nos dejó vendidos a los ingleses y nos la clavó por la espalda) y el otro huevo me lo tienen cogido los nacionalistas y los podemitas de los que depende mi gobierno. Unos van a pagar la factura de todo este follón, y sin los otros no puedo gobernar. No es por falta de huevos, que sabes que los tengo bien gordos, pero es que me los tienen bien cogidos. Y encima viene ahora la muñeca diabólica esta de la Ayuso a complicarme aún más las cosas, aunque bueno, así al menos jubilo ya al inútil del cabezabombona gafapasta que no es más gafe porque no entrena.

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